Jameos del Agua es el lugar del planeta en el que decidieron abrazarse la naturaleza y el hombre.
César Manrique supo imaginar y transformar lo que era el desplome del techo de un tubo volcánico por el que corrió la lava procedente del Volcán de la Corona, en un espacio único en el mundo. Su mente privilegiada y sus manos llenas de vida modelaron el agreste y negro basalto para dar forma a un lugar en el que reinan armonía, belleza y paz. El blanco, azul, verde y negro, los colores que Manrique regaló a su isla, se entremezclan a lo largo de un recorrido singular y de extraordinaria belleza, que lleva a soñar e imaginar.
Desde el fresco acceso bañado por el verdor de grandes helechos que acunan el canto de pequeñas aves, hasta su original auditorio, único en el mundo por sus características geológicas y condiciones acústicas, cada detalle de Jameos del Agua es una continua invitación a la introspección y la ensoñación.
Los cangrejos ciegos (Munidopsis Polimorpha)*, especie endémica de la isla, se encuentran mecidos por las pleamares y bajamares, en la laguna interior, y el túnel de la Atlántida, que se adentra interminable en el azul del Atlántico.
*Ayúdenos a proteger su entorno: está totalmente prohibido lanzar monedas u otros objetos a la laguna interior.
Jameos del Agua es el primer Centro de Arte, Cultura y Turismo creado por César Manrique, y es, para muchos, el paradigma de su ideario estético: la armonía entre la naturaleza y la creación artística.